Morata de Tajuña

Morata de Tajuña se encuentra a unos 36 Km.de distancia de Madrid en pleno valle del Tajuña. Con una población de 7.553 habitantes, este municipio madrileño de la Comarca de las Vegas, ha sabido conservar su esencia rural y mantener un fuerte vínculo con el cauce del río que le da su nombre.

En cuanto a sus orígenes los encontramos en época romana, el período de romanización se hace palpable en esta zona desde el siglo II a.c. hasta el s.I d.c, este período supondrá el desarrollo de núcleos urbanos y un importante avance en las vías de comunicación, primero la aparición de calzadas de carácter militar y luego, comerciales. El núcleo de lo que después será el actual pueblo se levanta no muy lejos de la gran calzada que unía Césaraugusta con Emérita augusta. Serán más tarde los árabes los que aprovecharán las condiciones del entorno natural de Morata para asentarse en una pequeña aldea agrícola, siendo artífices de sistemas de regadío muy avanzados para su época. Tras la Reconquista pasa a formar parte del señorío del Arzobispado de Toledo. En 1.575 es nombrada Villa de Señorío Real hasta que el Marqués de Leganés adquiere la jurisdicción del señorío en 1.634.

Es el primer municipio de la Comarca de Las Vegas en la Vía Verde, lo que la convierte en un referente turístico de la comunidad de Madrid, no hay que pasar de largo sin hacer un recorrido por su casco urbano en la que destaca principalmente la arquitectura popular vinculada a las necesidades agrícolas, viejas casonas de labor con dependencias para animales, almacenes y bodegas, además de vivienda, y las Casas-cueva en la parte alta del municipio.

Entre los edificios más emblemáticos se encuentra la Casa de la Familia Mac- Crohon, edificio levantado a finales del s. XIX como vivienda de la familia durante sus estancias en la localidad. Tras la guerra civil, en la que el edificio fue usado como hospital, la familia lo cedió para escuelas públicas, finalmente fue restaurado respetando su aspecto exterior y adaptando el interior para su uso como Casa de Cultura y Centro de la Tercera edad. Otro edificio característico de finales del siglo XIX es el que alberga la Casa consistorial.

Sobresalen otros edificios de carácter religioso sobre los que destaca la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, de comienzos del siglo XVI, que a pesar del incendio sufrido durante la guerra civil, conserva todavía su traza renacentista de una sola nave a la que se han ido adosando capillas laterales. Con columnas de estilo Toscano y bóveda de cañón, en el interior conserva una interesante pila bautismal. La ermita de Nuestra Señora de Antigua del siglo XVII, erigida sobre una anterior dedicada a San Sebastián que databa del siglo XVI, es otra extraordinaria muestra de la arquitectura religiosa morateña. A ésta se unen las ermitas del Santísimo Cristo de la Sala, y la Ermita de la Soledad y de Fátima, ya en la carretera que se dirige a Perales, del siglo XVII realizada en mampostería y cubierta con bóveda de cañón.

Desde la Edad Media hasta bien entrado el siglo XX, la vega del río Tajuña estuvo salpicada de molinos harineros que aprovechaban la fuerza del agua para su trabajo. Poco a poco, aquellos molinos fueron desapareciendo, pero aún hoy en día, queda en pie un molino que se ha convertido en museo. El Museo de la Molinería se encuentra ubicado en el antiguo molino de Ángulo, edificio de comienzos del siglo XVIII construido sobre otro anterior del siglo XVI. Conserva una de las mejores instalaciones hidráulicas de toda la ribera del río Tajuña, y junto a su entorno y maquinaria restaurados ofrecen un fidedigno testimonio de la vida y tareas llevadas a cabo en los molinos harineros.

Como ya hemos mencionado el punto de partida de la Vía Verde del Tajuña en la Comarca de las Vegas se encuentra en Morata de Tajuña, un punto de interés para los amantes de la naturaleza, donde poder practicar el senderismo o el ciclismo y comenzar a disfrutar de un bello entorno natural íntimamente ligado al agua. El curso del río a su paso por la localidad nos brinda un magnífico paisaje agrícola de olivos, vides, y especies de porte bajo características de la zona como el espliego, tomillo, romero, jara o esparto, y una rica vegetación de ribera donde destacan especies arbóreas como los álamos, olmos o sauces. Así mismo, nos encontramos con una variada representación de especies animales integrada por mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.

Guía Turística de Morata de Tajuña (pdf-11,2 Mb)

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