Belmonte de Tajo

 

Belmonte de Tajo localizado a 55 Km. de Madrid, acoge una población de 1.591 habitantes. De larga tradición agropecuaria, este municipio de la Comarca de las Vegas, se ve representado por un hermoso paisaje de cultivos cerealistas, vides y olivos, un paisaje que refleja el arraigo de sus gentes a la tierra.

Como es habitual en la zona se atestiguan asentamientos estables desde épocas remotas confirmados por restos hallados en el curso bajo del río Jarama que se retrotraen hasta el Paleolítico, así como restos de época romana. A pesar de no tener constancia de la fundación de Pozuelo de Belmonte, antiguo nombre del municipio, los primeros asentamientos estables se creen tuvieron lugar durante la repoblación de estas tierras después de la Reconquista, en la que la Orden Militar de Santiago tuvo un papel preponderante. Dicha Orden Militar y el Obispo de Segovia mantuvieron diversos pleitos precisamente por esa propiedad. Es el Rey Pedro I quien en el año 1336 confiere el privilegio de Villazgo a esta localidad, alcanzando así la distinción honorífica de Villa. Tras la desamortización de 1579 Pozuelo de Belmonte pasa a pertenecer a la Corona y más tarde el rey Carlos II eleva a Condado el Señorío de Belmonte.

En la parte más alta del municipio se alza la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Estrella, construida en diversas fases, data del siglo XVI. Este emblemático edificio presenta una fachada de sillería con contrafuertes y en su exterior destaca la portada que se organiza en torno a un arco de medio punto, así como la torre-campanario de recio aspecto y una importante cornisa pétrea decorada con tallas de bolas. El interior de la nave de crucero se corona con una cúpula sostenida sobre pillares renacentistas. Su interior conserva un pila bautismal barroca y un importante archivo perfectamente ordenado y conservado, con documentación que arranca en el s. XVI. A los pies de la iglesia nos topamos con su hermosa plaza Mayor en torno a la que se estructura el trazado urbano de Belmonte. De forma cuadrangular y apoyos en base de piedra de Colmenar de Oreja, acoge un círculo de arena empleado como ruedo taurino durante las fiestas.

Otra muestra más del arte religioso en el municipio y datada en el siglo XVI como la iglesia, es la ermita hoy llamada de San Isidro, aunque dedicada a Nuestra Señora de Virgen de la O. De traza renacentista con planta cuadrada y bóveda de crucería, presenta refuerzos de sección cilíndrica a modo de contrafuertes. En su interior destaca, encajada en el muro sur, una pila de piedra de Colmenar.

La preponderancia de las actividades agrícolas y ganaderas en Belmonte de Tajo repercutieron en la tipología de la arquitectura urbana que se hace patente en las dependencias agropecuarias y viviendas rurales que se levantan entre su caserío. Goza también de otros ejemplos de arquitectura popular, lavaderos, pilones de piedra caliza de Colmenar, de gran interés histórico y etnográfico, como las fuentes de Arriba y Abajo que constituyen un plácido recorrido entre un paseo arbolado, y fuentes como la de la Tejera muy empleada por agricultores y ganaderos. En campo abierto encontramos otras construcciones que forman parte del paisaje tradicional de la zona como es el caso de los chozos que servían de refugio a los pastores.

Uno de los principales recursos de Belmonte son sus paisajes, un entorno natural de contrastes cromáticos y morfológicos, donde conviven el páramo y la vega. La vegetación es de bosque mediterráneo entre la que destaca el pino carrasco autóctono, o el álamo, entre otros. La fauna se compone principalmente de especies cinegéticas como el conejo o la perdiz y algunos réptiles. Los parajes de El Horcajo, la Alameda del Horcajuelo y la Dehesa de Belmonte, de gran belleza y valor ecológico, son claros ejemplos de su rico patrimonio natural. El primero es un bello espacio paisajístico que cuenta con un arroyo y manantial y un pequeño embalse en forma de U que va a confluir al Arroyo de la Veguilla. La Alameda del Horcajuelo es una vaguada de álamos donde existe un manantial que antiguamente abastecía al pueblo de agua y actualmente a una fuente. La dehesa está compuesta por un pinar mezclado con olivos, viñas y quejigos.

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